Que Lanús, sea Lanús

Las son como son y así deben ser. ¿Por qué intentar cambiarles la esencia, si así como están, funcionan?. Así se da en la vida cotidiana y en fútbol también. Los jugadores deben jugar en la posición en la que juegan. Así de clarito. ¿Así de sencillo o de complicado?.

Durante este semestre tumultuoso, se cambió mucho. De esquema, de nombres, de planteos, etc. Pero se intentó cambiar algo que es un tanto más peligroso y que resulta una quimera si se lo hace sin fundamentos. No se puede cambiar la esencia de las cosas. Porque las cosas, son así.

Por qué pedirle proyección a Erramuspe, si sus condiciones son las de un defensor central, que gana de arriba, de abajo, que anticipa y en el área rival tiene presencia cuando se eleva. Por qué exigirle a Fritzler que se luzca con la pelota en sus pies, si lo mejor que tiene es justamente saber quitársela a los rivales. O por qué indicarle a Blanco que vaya al piso, comprometido con la marca, cuando su función es desparramar muñecos rivales y dejarlos a ellos tumbados. Por qué pedirle explosión a un cerebro como Pizarro. Y a fin de cuentas. ¿Por qué pedirle a Lanús, que deje de jugar a ser Lanús?. Si atacar es una filosofía. Si manejar la pelota es una condición tácita y priorizar el arco de enfrente por sobre el propio es algo inhato.

Porque las cosas así, iban mal, dirá alguno. Pero por qué no pensar que las cosas iban mal, porque se le pedía peras al olmo o pelotazos a quienes cuidan la redonda. ¿Y ahora? Ahora que la suerte regaló un par de guiños y los transformó el goleadas que inflan el pecho ¿Qué pasa?. Ahora es momento de volver a elegir el camino y no equivocarse.

Ante Godoy Cruz no habrá mucho espacio para el error. El equipo de Asad no regala nada, tiene en Ibañez a uno de los arqueros menos vencidos, está invicto en el campeonato, puntero y tiene en Higuaín a un goleador en racha. Pero a fin de cuentas, todo dependerá de lo que haga Lanús. Y no hablamos del resultado. Ese puede variar cuantas veces quiera, porque el fútbol también en su esencia, es así. Lo que no está permitido cambiar es la idea, el concepto, la ideología.

Se viene una parada brava que marcará dónde se está parado. Después veremos qué cambiar y qué no. Pero las cosas como son, que cada uno juegue de lo que es.Y sobre todo, que Lanús juegue a ser Lanús.