Sand y su gol más lindo

El golpe es directo al corazón. Primero duele, mucho, y después reconforta. Hay lágrimas que se transforman en una sonrisa inmediata. Hay vacío y a la vez, el hincha de Lanús se debe sentir más lleno que nunca.

Es que la decepción es el doble de lo que uno ilusiona, se suele decir. Pero acá José Sand revolucionó todo, una vez más. Como lo hizo cuando se ganó su lugar en Arias y Guidi con dos goles de miercoles por la tarde, ante el equipo que lo echó. Como lo repitió una y mil veces en las redes para ser goleador consecutivo del Fútbol Argentino o en su cabezazo de vuelta olímpica en La Bombonera.

Sand hoy hace su mejor gol. Y lo hace otra vez para Lanús. Porque en tiempos en dónde los ídolos se esfuman como el humo que parafrasean desde algún micrófono, Sand ratifica su condición de heroe Granate. Son épocas en dónde el único color que tira es el del billete con el que se paga. Y sino pregunten por el técnico campeón y el diez , ídolos en Lomas o pasen por el Bajo Flores a preguntar por un tal Barrientos o Erviti.

Sand hizo lo suyo desde Emiratos Arabes Unidos, lugar al que se fue sabiendo que le hacía un bien a su familia y a su segunda casa desde lo económico, pero que era un horizonte al cual siempre miró conciente de lo que padecería. Lo supo al despegar de Ezeiza y lo confirmó cada vez que pudo.

Aún así, le dijo no a Racing de Santander en junio pasado y hace una semana. Le cortó el teléfono a Vélez y Racing, cuando levantaron el teléfono desde Argentina creyéndo que podrían repatriarlo con otros colores. Tampoco aceptó Grecia y ya planeaba la negativa a cualquier oferta que se le apareciera. Pero los hombres del petróleo no entienden de pasiones. Y por eso La Coruña será quién reciba sus goles.

El 29 de enero quedará en la estadística. Ese día, José Sand hizo su gol más lindo en Lanús. Porque le ratificó su incondicionalidad. Le juró amor por siempre y prometió retirarse acá. "Mi vuelta cada vez está más cerca y no dejo de soñarla" describe en una carta de las más emotivas , que mima a cada hincha Granate. En las líneas más tristes que escribió, José dice que no sabe cómo empezar, pero todos saben cómo termina esta historia.

Serán seis meses, un año o dos. Desde Emiratos Arabes o Galicia, la mente de José Pepe Sand está bien metida en Lanús. Sólo la mente. Porque el corazón jamás se fue.

Sebastián Marcelo Blanco

"En Lanús dejo mi vida"

Brindo por Sebastián Blanco

En época de fiestas, nunca falta una buena copa para levantar y pedir algún que otro deseo. El año nuevo comienza con el anhelo de volver a ver a un equipo protagonista y al mismo tiempo, la confirmación de los cuatro refuerzos sin que la pretemporada haya dado inicio, es un buen augurio.

Sin embargo, las primeras líneas del 2011 van dedicadas a Sebastián Blanco. Crack adentro y afuera de la cancha. Un pibe bien de la cantera Granate que tiene, como pocos, los pies sobre la tierra en este Fútbol Argentino volátil. Blanco sabe quién es y qué quiere ser, por eso no lo obnubila una cifra capaz de poner patas para arriba a cualquier persona en este mundo y que asegura el futuro propio y el de la familia.

Aún así, el costo es mayor. Blanco apuesta fuerte a su futuro. Se sabe con condiciones y temperamento suficiente para destacarse por sobre la media y para eso, no le importa desechar un número que asusta. A esto se le suma que Sergio Bastista lo llamó hace meses y le dijo que lo tendrá en cuanta para formar parte de la Selección Argentina, que disputará la Copa América.

Y en torno a esto, también supo pararse ante la dirigencia de Lanús, la cual no dudaba en subirlo al avión. Blanco sabe que el fúbol de Ucrania difícilmente le sirva para continuar con una carrera exitosa, puesto que el rastro se pierde fácilmente por esos lados y por eso al tomar la decisión más importante de su vida hasta el momento se inclinó por el no. Sabiendo, incluso, que las vueltas de la vida puedan no traerle jamás otra oportunidad como esta.

Desde el análisis, más allá de lo que pudo significar ese dinero para el desarrollo del Club - y pese a que muchos que no tienen voz y voto en la cúpula gritan pidiendo su venta- Blanco vuelve a dar un ejemplo con sus 22 años. Él se queda y sabe que deberá jugar su mejor torneo para que en junio se pueda cerrar el cículo que empezó a forjar ayer. Esa es la parte de la historia que debe tomar Lanús de cara al próximo torneo, aprovechando un futbolista que sabe que debe mejorar y dar algo más.

Indefectiblemente de lo que suceda de aquí en adelante con su pase, y pese a que el Metallist volverá a la carga con 10 millones de euros, Blanco ya dio su mensaje y el resto dependerá de la presión que puedan hacer los intereses del Club. Él también rinde culto a su segundo hogar. Sabe que puede optar quedarse aquí, en Lanús, porque lo siente como su casa y la respeta como tal.

El Diez ya demostró que hay algo más que el dinero en el fútbol, que hay personas a las que les importa la gloria y el reconocimiento. Y en tiempos de copas levantadas, yo brindo por eso.

Espejitos de colores

Se acerca el final del campeonato y Lanús, nuevamente, termina de una manera risueña. Con 10 de los últimos 12 puntos en el bolso- si el juez de línea ante Independiente hubiése cobrado el gol a Cano....- las matemáticas dan perfecto para las cuentas mediocres. De los 25 puntos de piso, hoy sólo se subió la vara a los 30. Poco, si se espera con real firmeza el destino de grandeza que otros promulgan de la boca para afuera.

Lanús, ya hace tres años, se proclamó campeón en el fútbol argentino y ese hito no marca sólo una estrella en el pecho. Ser campeón te pone como el mejor y te exige responsabilidades como tal. Acaso, llevándolo al plano del boxeo, aquel campeón que no expone su corona ante un retador, deja de serlo. Y Lanús todavía no se animó a pelearle a ninguno.

Los torneos Internacionales pasaron por alto cuando se jugaron y ahora, tras acostumbrase a decir presente en otras ediciones, no se participa. No hubo Sudamericana 2010 y no habrá Libertadores 2011. Al cabo, ese era el objetivo que promulgó Luis Zubeldía luego de la derrota y eliminación ante Liga de Quito en la Sudamericana 2009.

Hoy Zubeldía ya no está. Está Schurrer, que tiene en su poder el don de purgar este plantel repleto de futbolistas estandar. Habrá que hacer una limpieza, de esas profundas. Se la debe Lanús a sí mismo y a su gente, que ve como se siguen soportando nombres desde una lógica que se desarma cuando el siempre y eterno suplente Castillejos entra y hace goles.

También habrá que reforzarse. Y con la jerarquía de Goltz y Caranta. Para apuestas ya está Romero, interesante, picante, pero aún con deudas de Primera División. Hay que traer experiencia y calidad, porque partirán de Lanús lo mejorcito que se tiene, también.

Este Apertura se despide ante River, que vive en carne propia eso que Lanús ya pagó durante mucho tiempo. Hoy se está del otro lado de la historia. Que ellos peleen el descenso, que sufran las cuentas de un promedio cruel y que se consuelen con migajas de pobres. Al cabo, cuando los demás tuvieron que aprovecharse de Lanús, lo hicieron sin sonrojarse.

Lanús está para otra cosa ya. Está para ser protagonista, porque tiene las bases sólidas en lo institucional, pese a desmanejos diarios. Está para pararse de prepo ante tanta mediocridad del Fútbol Argentino y decir que hay otro que se le suma a Estudiantes y Vélez en eso de ser los candidatos de siempre. Basta de espejitos de colores de fin de campeonato, de puntos en demasía ante rivales inferiores y cuando ya está todo definido para otros. Basta de quedarse cortos siempre. A ponerse los pantalones largos de una vez.

Sin varita, con escoba

Si el debut auspicioso de Gabriel Schurrer como entrenador de Lanús correspondió a un golpe de ánimo, entonces habrá que entender a este deporte como una suma de momentos psíquicos. Ahora bien, si el 2 a 0 ante los de Victoria se debió a un mayor compromiso con el equipo, será cuestión de tener diecinueve técnicos durante la temporada.

Ni una cuestión, ni la otra. Los tres puntos ante Tigre llegaron por ciertos aciertos momentáneos y también, por una nueva concepción del creerse capaz de volver a tocar la pelota por abajo, tratando en la mayor cantidad de veces, dársela a los de camiseta Granate.

De este modo, seguramente Lanús, sea quién fuere el entrenador, conseguirá algo más de lo que venía cosechando en un magro Apertura.Y si bien no queda mucho en este 2010 sin grandes sonrisas, es tiempo de análisis por parte de Schurrer, que deberá ver en un horizonte aún posterior al mes de enero. Su mensaje fue claro y pese a que el "empezaron de cero" pareció tranquilizar, son varios los jugadores de Lanús que deben entender que su fecha de caducidad está próxima si no logran entrar en el paladar del técnico.

Su primer indicio lo dio con la salida de Hernán Grana en el debut y al que ahora le dará su oportunidad para que se luzca. Lo mismo hizo con Salcedo, al cual respeta pese a su mal desempeño global, pero al que también se le dio un últimatum con el gol. Atrás deberán enumerarse otros tantos, con poca participación en la cancha y demasiada en su cuenta de sueldo a fin de mes.

Pase lo que pase hasta el final del Apertura, el objetivo de Schurrer estará con los ojos en el campo de juego y con la mente puesta en la temporada que viene. Y así como no tiene en sus manos una varita mágica para cambiar mucho de este Lanús, sí tiene en su poder la escoba, que por menos estética que sea, tiene casi el mismo poder. Sería bueno que la use.

Luis Zubeldía

"Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana"

Eduardo Galeano

La jarra loca

Cuando Lanús inauguraba el torneo Apertura 2010 con victoria en Sarandí, tal vez pocos imaginaban que a esta altura, el campeonato ya estuviera a un distancia inalcanzable. Mucho menos se pensaba que la clasificación a la Copa Libertadores estaría tan complicada y una parte pequeña, tal vez, arriesgaba un momento pálido y sin rumbo como el que encuentra hoy a Lanús.

Con trece fechas tachadas en el calendario, aún el norte no se sabe para dónde es que queda. Lo único que se tiene como ciencia exacta es que a Lanús, este proyecto le quedó con piezas oxidadas y hoy está pagando esa falta de engranaje.

Sin embargo, en la previa al choque con Vélez, el estímulo pasa por otro lado. Pasa simplemente por esos colores granates que fascinan, que hacen mover corazón, alma y cuerpo, pese a que la resistencia de la lógica y pensante cabeza amaga con abandonar. Hoy Lanús debe rendir culto a sus hinchas, a sus socios, que acompañan con sangre bien caliente un equipo que deambula en todo sentido. En la tabla, en la cancha, en la idea.

Ya con Luis Zubeldía ratificado hasta diciembre sea cual fuere el resultado del domingo ante Vélez, el panorama podría ser diferente, aunque sea como un guiño al contagio Granate. ¿Qué tenés por perder Luis? Si el campeonato se esfumó con premura. ¿Qué te hace especulador? Si hace siete días te sirvió para 45 minutos y luego llegó la nada. ¿ Por qué no animarse a jugar a la pelota? si el paladar se quemó con vinagre viendo este equipo.

Vamos Luis. Animáte al batacazo con el que sueñan esos que se van a ir el domingo hasta Liniers a pasar frío, calor, lluvia o asfixia. Jugátela por los pibes de una vez, esos que jamás se reprobarán con el resultado, porque ya están juzgados con el corazón. ¿ Por qué insitir con quienes ya probaron no estar a la altura? Con Grana y Ledesma a la cabeza. ¿Por qué no darle rodaje a Carrasco, a Zaninovic o mismo promover una vuelta de Leandro Díaz?. Si el objetivo de la Copa Libertadores 2011 no se sabe certero, ni por quienes juegan ni por quienes dirigen.

Va de punto Lanús a visitar a Vélez. Lo sabe desde un Nene hasta un Jovato, Luis. Sin Blanco en cancha, no hay mago Merlín que valga. Tampoco hay atisbos de aquello que supo coronarse con un 2D. Ofrecele algo a tu gente Luis, dales una ilusión por la cual movilizarse con tu equipo. No se pide un recital de U2, sino que el equipo juegue algo afinado nomás.

Pero insistís con Grana de cuatro. Ratificás a Ledesma para que en el mediocampo transporte a la velocidad del cienpies, no le sumás gente con quién jugar a la pelotita a Aguirre, a Romero, a Regueiro. Ya está todo patas para arriba, Luis. La jarra loca sumó demasiados ingredientes y ahora, como siempre, se vienen los efectos colaterales de tamaño desajuste. Y tal vez por esos mismos efectos, la gente irá a Liniers, como siempre, sin muchos motivos, sin muchos objetivos y con poca esperanza. Al cabo, como Lanús. Porque ellos, más que cualquiera, son Lanús.

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