viernes, 23 de abril de 2010

Es la hora es la hora, es la hora de probar

Llegó el momento del cambio para Lanús. Con la Copa Libertadores y el torneo Clausura tachados de la listita de objetivos a cumplir, el equipo de Zubeldía debe reinventarse en nuevos horizontes. Al alcance de la mano podría ponerse el traje de la clasificación a la Copa Sudamericana , en una pelea en la que hoy en día Lanús no depende de sí mismo para entrar- tiene al menos dos equipos arriba- y tampoco sabe a ciencia exacta si quiere lograrlo. Sin embargo, el desafío debería ser otro teniendo en cuenta que se viene un receso importante por el Mundial de Sudáfrica.

Con cinco partidos sin mayor importancia más que la de cumplir con el calendario (con objetivo internacional mediante) y buscar quedar quedar lo más arriba posible para decorar un mal semestre, es momento de cambiar. Es tiempo de saber qué se tiene de una buena vez en la cantera tan renombrada al tiempo de poner como prioridad por sobre algún refuerzo de jerarquía. Es ahora cuando se da la oportunidad para que se muestren los pibes, y no cuando todo ya está en ruedo y no se pueden cometer equivocaciones.

Acaso, qué sería de trágico al errar un pase ante un pálido e intrascendente Arsenal. O un equipo menos especulador en La Plata ante Gimnasia. Qué importa si se defiende menos en busca de un mayor juego ofensivo con San Lorenzo o si hay que innovar delanteros para aguarle la fiestita a Independiente en la última fecha?. Son cinco partidos que poco cambiarán el semblante de un primer cuarto del 2010 tirado al tacho.

En cambio, bien serán recibidos los minutos para Aparicio, Carrasco, Balbi, Zaninovic, Bielkiewicz y Lopes, entre otros. Ahí, en la cancha, tomarán experiencia como lo están haciendo Pizarro y Leandro Díaz. Pero hay que probar, porque Lanús se durmió en eso de darle rodaje a los chicos para insertarlos en Primera y sobre la marcha tuvo que sacarles jugo para ver si podían ser un Acosta, un Sand, un Valeri o un Salvio, que por cierto no lo fueron. ¿Habrá un Sebastián Blanco?. Por ahora no lo sabémos, aunque Carrasco pinta para serlo.

A nadie se le caerá un insulto si aparecen los chiquilines desde el arranque. Tampoco si de una buena vez se le da la titularidad a Castillejos (no sabémos si siempre podrá hacer dos goles en los últimos 5 minutos) o si se deja en el olvido nombres como el de Grana o Ledesma.

Será momento de decidir también y comenzar a moverse en torno a quienes se quedarán o se irán. Pizarro, Pelletieri, Fritzler, González y Zaninovic suenan a mucho número cinco junto. Demasiado, por ejemplo, si se busca un reemplazante natural para Marcos Aguirre, que no lo hay hoy en el plantel. Tal vez es tiempo de darle a Erramuspe un lugar como central para que empiece a tomarle el gusto a la posición de nuevo y de definir de una vez qué se hará con Cristián Menéndez, que pasó de jugar como titular en 10 fechas a ni siquiera ir al banco de suplentes.

Quedan cinco fechas para Lanús, en las que poco podrá cambiar su magro presente. No es menor una clasificación a la Sudamericana y se tiene que intentar. ¿Pero qué tanto más cambiaría si se pone a los chicos del club para darles rodaje?. Acaso en algún momento hay que hacerlo. Y mañana ante Arsenal podría comenzar ese desfile evaluativo. Es la hora de decidir. Llegó el momento de cambiar, de apostar, de probar. Y todo, claro, sin olvidarse nunca de ganar.

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