jueves, 4 de noviembre de 2010

Tercer arco

El golpe de efecto aún dejó tambaleando al mundo Lanús. La repentina y sorpresiva decisión de Luis Zubeldía de sacar a Agustín Marchesín del arco para darle lugar a Mauricio Caranta todavía resuena, por la polémica y por el marco en el que se dio, con reunión dirigencial mediante.

Y si bien la frase habla de Mejor tarde que nunca, lo cierto es que se demoró demasiado en devolver al ex arquero de Boca un lugar que había perdido por lesión. Lugar que no recuperó, pese a buenas actuaciones en encuentros clave para la continuidad del entrenador, como lo fue ante Newell´s, Tigre y Colón, dónde Lanús no perdió - dos empates y una victoria- y dónde siempre jugó de visitante.

Ahora parece que su experiencia es vital en el arco. Ahora, cuando la lucha por el campeonato quedó algo más que lejos y cuando se está en el límite en la pelea por un lugar en la Copa Libertadores 2011. Aún así, no deja de ser una buena decisión del entrenador de Lanús, aunque da imagen de ser un volantazo de último instante cuando al auto ya está descontrolado.

Marchesín, por caso, es un arquero con proyección internacional y de Selección. Para lo primero, ya hay rumores de venta en diciembre. Lo segundo es una realidad que se hizo visible en la convocatoria de Sergio Batista ante el amistoso con España. Lo cierto para Lanús es que la voz de mando desde el arco propio era una falencia a cumplir y Caranta, por caso, tiene pergaminos en su currículum que lo avalan como líder natural.

En cuanto al momento, no puede ser peor. Con dos derrotas consecutivas en encuentros que se creían accesibles- los cuales se debían ganar para prenderse en el torneo- y ante dos paradas de las más complejas: Estudiantes y Vélez. No será, entonces, cuestión de recaer sobre el arquero si no se consiguen resultados, puesto que por anemias propias y virtudes de los rivales, Lanús no es favorito en ninguno de los dos partidos.

Lo que viene es Estudiantes, en Quilmes. Con Juan Sebastián Verón recuperado, con Braña entre algodones pero presente al fin, el puntero del campeonato se sabe completo. En Lanús, la idea es bien conservadora: Erramuspe se suma a la saga defensiva para armar una línea de cinco especuladora y excesiva ante el poco poderío ofensivo platense y descuidando el mediocampo, tal vez el motor del que se nutre el puntero.

Demasiado preocupado por ver quienes ocupan el arco propio, Lanús se olvida de su gran déficit ofensivo. Porque los partidos, aún hoy, se ganan haciendo goles y no evitándolos. Ante Estudiantes, Silvio Romero correrá sólo allá arriba, ni bien ni mal acompañado. Lejos de un arco que esta vez tiene en Caranta años de experiencia bajo los tres palos. Y si bien es mejor que nunca, no deja de ser demasiado tarde. De pensar en el tercer arco, por caso el del rival, ni noticias.

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